En 2020, en medio de la nueva realidad pandémica en la que los chicos perdieron la posibilidad de jugar cara a cara con sus amigos, no fue casualidad que el universo virtual cubriera esa carencia. Con su metodología multijugador, la plataforma de juegos online Roblox tomó durante esa época de encierro un rol preponderante en muchos países del mundo, incluyendo la Argentina, que tuvo una de las cuarentenas más largas. Al menos a través de una pantalla, los chicos podían reencontrarse –en forma de avatares y con nombres falsos–, jugar y tener conversaciones por el chat de la app.
Mientras que el de entonces era un escenario lógico, el de hoy empieza a sonar preocupante, advierten los especialistas consultados: hace ya varios años que los chicos no tienen limitaciones para reunirse con otros y, sin embargo, los encuentros virtuales de juego no disminuyeron.
Todo lo contrario: en los últimos años, las horas que los menores pasan jugando videojuegos fueron en aumento, según muestran estudios internacionales. En muchos casos las horas de contacto en juegos virtuales reemplazan a las del juego presencial y pasan a formar una parte primordial de las horas de ocio de los niños. Esto es lo que más inquieta a los especialistas argentinos.
En este contexto, el nombre Roblox toma especial importancia. No es un juego más dentro de la marea digital, sino la plataforma de juego online con más éxito del mundo, con un total de 350 millones de usuarios activos mensuales –más que la población total de Estados Unidos, que ronda los 340,1 millones– y con especial cabida entre niños y preadolescentes. Son chicos que pertenecen a la generación Alpha, la primera generación nativa digital, nacidos de 2010 en adelante.
Los últimos datos de la Argentina, que responden al segundo trimestre de 2025, muestran a Roblox en el primer puesto de descargas de juegos online, con más de 800.000 descargas entre abril y junio, de acuerdo con la empresa de análisis de datos de aplicaciones móviles Sensor Tower. Pese a que en el país no hay relevamiento sobre la edad de los usuarios, los especialistas destacan que esta interfaz congrega especialmente a niños de entre 8 y 11 años, para quienes la plataforma se volvió una de sus principales fuentes de entretenimiento online.
“Los papás muchas veces ni saben qué es o cómo funciona Roblox. Tampoco saben cuáles son los controles parentales que pueden usar ni conocen tanto cuáles son los riesgos a los que se exponen sus hijos”, sostiene la psicóloga infantojuvenil Melisa Pertica, especialista en neuropsicología clínica.
Sin negar algunos beneficios que traen los videojuegos, especialmente en el ámbito de la socialización, el sentido de pertenencia al grupo de amigos y el desarrollo de habilidades de estrategia, expertos e investigadores destacan algunos peligros y señales de alerta a los que los padres deben estar atentos.
Los riesgos, detallan, no abarcan solo lo que pueda suceder dentro de la app, incluyen también el potencial adictivo de Roblox y el daño que una adicción al juego puede generar a nivel cerebral a tan temprana edad. Roblox tiene dinámicas de juego que lo vuelven especialmente adictivo y que logran a nivel neuronal el mismo efecto que un juego de apuestas.
“Tiene un componente muy adictivo que va seteando a los chicos a una necesidad de dopamina muy alta a una edad en la que el cerebro todavía no está maduro y la capacidad de autorregulación es poca. Pero lo más preocupante es que este tipo de juego está reemplazando muchísimo el juego en persona”, sintetiza Pertica, al mencionar los principales riesgos de una sobreexposición a videojuegos como Roblox.
¿Qué es Roblox?
Roblox es un ecosistema digital con varias particularidades. La principal es que sus juegos son creados por los propios usuarios, por lo que surgen experiencias nuevas todos los días. Esta dinámica, explican los especialistas, genera que a veces la compañía enfrente dificultades a la hora de monitorear el contenido de cada juego nuevo y su discriminación según la edad para la que son aptos.
Mientras juegan, los usuarios pueden chatear entre sí. Los padres tienen la posibilidad de configurar la app para que sus hijos solo puedan comunicarse con personas que conozcan, un cuidado que los especialistas recomiendan para evitar el riesgo de grooming.
En la práctica, Roblox funciona como un gran universo virtual: cada jugador tiene un avatar y puede moverse por distintos “mundos”, entre paisajes pixelados y personajes que parecen construidos con bloques de Lego, cumpliendo objetivos y adquiriendo objetos, ropa o animales.
LA NACION intentó contactar a algún representante de Roblox, pero la página de la empresa y sus redes sociales no ofrecen esa posibilidad. Según las últimas estadísticas de la empresa, correspondientes a diciembre de 2024, el 20% de los usuarios son menores de 9 años y otro 20% tienen entre 9 y 12 años, es decir que el 40% de quienes utilizan esta app son menores de 12 años.
“Por su diseño y su dinámica, es un juego muy amigable para el público infantil”, señala la psicóloga especialista en crianza y trastornos de ansiedad Valeria Becerra, que acaba de publicar su último libro, Crianza Distraída (Urano, 2025). Destaca un factor que la preocupa enormemente: “Estamos viendo algo que antes no era común, niños de 10 años con adicción a videojuegos. Antes, los chicos jugaban, pero jugaban desde la computadora. Ahora la mayoría de esos juegos se pueden jugar desde el celular, al que tienen acceso todo el día, desde todos lados. Se calcula que la edad promedio de acceso a un celular personal es los 9 años”, describe. Dice que cada vez es más común recibir consultas de padres y madres sobre Roblox. “Lo que más preguntan es: ‘Mi hijo me está pidiendo jugar, ¿lo dejo?’”, afirma.
Por qué es tan adictivo
Hay dos principales dinámicas que se dan en algunos juegos de la app y que generan especial adicción en los niños, concuerdan los especialistas. Una, incluso, fue prohibida o estrictamente regulada en la normativa de videojuegos de varios países, como Brasil, Australia, Bélgica y Holanda. Se trata de las cajas sorpresa, conocidas en el mundo del gaming como loot boxes o cajas de loot. Son cajas con contenido desconocido que pueden ser gratuitas o pagas. Al tener un premio aleatorio, producen en el usuario el mismo efecto que un juego de azar.
“Ese mecanismo es muy adictivo y es el mismo mecanismo que tienen, por ejemplo, las maquinitas tragamonedas. Genera el mismo efecto a nivel neuronal, que se llama ‘error de recompensa posible’. Mi cerebro anticipa que puede venir algo buenísimo, y eso genera mucha liberación de dopamina. Pero eso buenísimo muchas veces no viene: a veces la cajita está vacía. De hecho, en los juegos está muy estudiado cada cuántas cajitas yo tengo que recibir alguna recompensa para seguir manteniéndome enganchado. Es muy adictivo”, apunta Pertica.
Dentro de la plataforma, los usuarios también pueden comprar una moneda digital que se llama Robux, que les permite comprar objetos, cajas sorpresa y avanzar de nivel o de categoría en ciertos juegos. Allí radica uno de sus componentes más adictivos, advierte Marcela Waisman Campos, neuróloga cognitiva y psiquiatra, especialista en adicciones.
“La moneda virtual genera una sensación de recompensa rápida, pongo la tarjeta y en el momento me dan el premio. Eso en la vida real no sucede: yo trabajo todo el mes y después me dan el sueldo”, aclara.
Sobre los efectos a nivel cognitivo, dice: “El exceso de recompensa inmediata es terrible. En la vida deberíamos combinar los tipos de recompensa, tener recompensas inmediatas, como un caramelo o unas zapatillas que me compro, pero mezcladas con recompensas de mediano y largo plazo. Una cosa es tener dos horas de recompensas rápidas y otra es cinco horas, entre videojuegos, redes sociales, comida. Cuantas más recompensas rápidas tenés, más difícil es que después soportes la espera que implican las recompensas lentas. Todo se vuelve un ‘quiero esto y lo quiero ahora, o si no me frustro’”.
Y suma: “Es importante alternar con actividades reales que dependan del esfuerzo y que tengan una recompensa más tardía. Si hay un desafío que tenemos los humanos, es gestionar las emociones. El que mejor lo logra, mejor le va en el trabajo, en su vida personal, en sus proyectos”.
“Con los videojuegos pasa lo mismo que con las redes: su umbral del placer está siendo condicionado –escribe Becerra en Crianza Distraída–. Un niño que se inicia en el mundo de los videojuegos desde pequeño llega a la adolescencia con una clara desventaja: es posible que presente dificultades para concentrarse en tareas que no ofrezcan el mismo nivel de estimulación inmediata”.
Los especialistas destacan que lo más preocupante es lo que este juego altamente adictivo puede suplantar, en otras palabras, el riesgo de que el juego en línea reemplace los juegos reales, que implican interacción cara a cara con sus pares.
En la Argentina, Unicef desarrolló este año la encuesta Kids Online, que incluyó datos sobre la frecuencia de uso de videojuegos entre niños y adolescentes. Los resultados, de representación nacional, muestran que el uso de videojuegos es más común entre los varones. Un 65% de los niños y adolescentes varones dijo jugar todos o casi todos los días a juegos online. En tanto, solo un 32% de las niñas o adolescentes mujeres remarcaron esa periodicidad. El estudio también revela que los menores que viven en hogares de nivel socioeconómico medio y alto juegan más que los que viven en hogares de nivel socioeconómico bajo.
Recomendaciones
Al ser consultados por madres y padres sobre si deben dejar que sus hijos jueguen a videojuegos en general y a Roblox en particular, los especialistas consultados toman ciertos recaudos. Concuerdan en que, pese a los peligros, prohibirle a un niño este juego tampoco es lo recomendable si todos sus amigos juegan, por el riesgo de que “se quede afuera” de un lugar de socialización.
En tanto, hablan de cuidados que es importante que los padres tengan en cuenta. Incluyen entre estos la limitación del tiempo de uso de pantallas en general y de videojuegos en particular. También hablan de la importancia de llegar a acuerdos con las familias de los compañeros de sus hijos, para hacer una bajada de línea similar. Y principalmente, conocer los controles parentales que ofrece la plataforma.
“Se disminuye mucho el riesgo poniendo control parental. Te permite crear una cuenta de adulto y vincularla a la cuenta de tu hijo. Podés restringir que chatee con personas que no estén en su lista de amigos. Si tiene menos de 13 años, no se le permite chatear con personas que estén en su grupo de amigos. También, a través del control parental, podés limitar o desactivar la opción de compra”, explica Becerra.
La misma plataforma ofrece un apartado “Padres, seguridad y moderación”, con orientación y recomendaciones para el uso de Roblox dentro de parámetros adecuados para los chicos.
Pertica habla de la importancia de que los padres estén atentos al juego de sus hijos. “Roblox tiene filtros de edad. Cuando uno arma la cuenta, pone su edad. Pero es un filtro muy fácil de sortear: podés mentir con tu edad y eso te habilita a juegos que no son apropiados. Dentro de Roblox hay juegos muy infantiles, pero también hay juegos con contenido sexual y muy avanzado, muy violentos. Hay chicos que, sin tener los filtros adecuados para su edad, acceden a esos contenidos”, alerta.
(Fuente: La Nacion)




