El régimen actual de segmentación se elimina por completo. A partir de la entrada en vigor del nuevo modelo, ya no existirán las categorías N1, N2 y N3, habrá únicamente dos situaciones posibles para los usuarios residenciales: Usuarios con subsidio, inscriptos y validados en el nuevo registro de Subsidios Energéticos Focalizados (SEF) y Usuarios sin subsidio, que pagarán el costo pleno de la energía. En el programa Lo Viejo Funciona, por la señal de C6Digital, Roque Gervasoni, explicó en qué consiste el cambio y cómo afectará a los consumidores de Misiones, provincia donde el calor se hace sentir durante casi todo el año.
«Lo que va a pasar este verano es que van a cambiar las escalas subsidiadas», anticipó Gervasoni y luego hizo un repaso de las medidas implementadas con anterioridad durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri y las consecuencias que tuvieron para el consumidor eléctrico.
En tal sentido, sostuvo que en cuanto al consumo de energía eléctrico había una escala que hasta 400 kv h mes tenía una tarifa especial subsidida «y lo primero que hizo el presidente Milei fue cambiarla y ahora será a partir de 350.
«En Misiones es muy difícil mantener ese consumo porque es una provincia tirando ya a lo tropical. Y dentro de lo que la Nación considera meses templados, donde no habría subsidios (septiembre, octubre, noviembre y los meses de marzo, abril y mayo, donde teóricamente es templado y no merecemos tener el servicio de la tarifa bonificada). Ese beneficio va a bajar las tarifas con consumos a las boletas de luz que solamente consuma 150 kv hora mes. Lo mismo que en algún momento habíamos establecidos para los limitadores que poníamos nosotros en los asentamientos que íbamos corrigiendo con la normalización del servicio de energía eléctrica», expresó.
Gervasoni sostuvo, además, que a partir de ahora será ese el consumo que tendrá que tener el usuario «para no tener la tarifa plena».
Luego observó que van a venir boletas «muy altas y la gente se va a enojar, pero es una decisión que la gente tomó cuando votó. Esta gente (por el Gobierno de Milei) dijo ´le vamos a sacar todos los subsidios´. Todos los países exitososo del mundo subsidian la energía eléctrica porque es el bien más caro». Agregó que los más afectados también serán las industrias, los comercios, además de los usuarios domiciliarios.
«Lo que está haciendo el gobierno nacional con Misiones es calamitoso. Nosotros tendríamos que tener una tarifa subsidiada para los meses de verano así como el sur tiene para los meses de invierno», consideró Gervasoni.
Qué cambiará en el subsidio eléctrico
Con el nuevo esquema, dejan de existir los diferentes porcentajes de bonificación que regían para N2 y N3 (65% y 50%, respectivamente). En su lugar se aplicará un subsidio único del 50%, mucho más acotado, y limitado exclusivamente a un bloque básico de consumo.
Los consumos subsidiados serán:
● 300 kWh mensuales en meses de alta demanda por calor o frío: diciembre, enero, febrero, mayo, junio, julio y agosto.
● Solo 150 kWh mensuales en meses templados: marzo, abril, septiembre, octubre y noviembre.
Este punto es especialmente relevante para Misiones y el NEA: marzo es históricamente un mes de muy alta demanda eléctrica, asociado a calor extremo, pero la normativa nacional lo considera un mes templado y sólo prevé un bloque subsidiado de 150 kWh. Esto implica que, en uno de los meses de mayor consumo del año en la región, la mayor parte del uso eléctrico quedará fuera del bloque bonificado.
El diseño busca mantener un consumo esencial protegido y trasladar al usuario el costo pleno del resto de la energía. Según lo anunciado, podría haber un subsidio extraordinario transitorio durante 2026 para amortiguar el cambio, aunque resta esperar definiciones.
Criterios de acceso: ingresos, ubicación y situación social
Con el SEF se revisa el universo completo de beneficiarios. Recibirán subsidio los hogares que:
● Acrediten ingresos iguales o inferiores a tres Canastas Básicas Totales.
● Estén incluidos en programas específicos como ReNaBaP o veteranos de Malvinas.
● Tengan integrantes con CUD cuando se determine que la condición implica necesidad de apoyo económico.
Serán excluidos los hogares con indicadores patrimoniales o geográficos incompatibles con ingresos bajos (viviendas de alto valor, consumos desproporcionados, barrios privados, etc.).
Este proceso de inspecciones ya comenzó en 2024/2025 y continuará durante la implementación del SEF.
Por qué se cambia el sistema y qué busca el Gobierno
El cambio del sistema responde a motivos fiscales y estructurales. Desde hace años, el país sostiene un esquema en el que el Estado cubre una parte muy significativa del costo mayorista de la energía, lo que derivó en un nivel de subsidios que el Gobierno actual considera insostenible. La nueva política busca que los usuarios paguen una proporción cada vez mayor del costo pleno de la energía, reservando la asistencia únicamente para el consumo básico de los hogares vulnerables. Al unificar los regímenes y aplicar criterios más restrictivos tanto en el consumo subsidiado como en la elegibilidad, se procura reducir el gasto público y mejorar la eficiencia del apoyo estatal. Según la visión oficial, esta transición permitirá “ordenar” el sector energético, aportar mayor previsibilidad a los precios y disminuir la dependencia del presupuesto nacional.
Cómo pueden prepararse los usuarios
En este nuevo contexto, es clave para los hogares adoptar hábitos de uso responsable y eficiente de la energía. Conocer los períodos del año en los que el consumo suele incrementarse (especialmente en provincias de clima extremo como Misiones, donde el calor se prolonga más allá de lo que la normativa nacional define como meses de alta demanda) permite anticipar cuánto del uso eléctrico quedará dentro del bloque subsidiado.
También resulta importante identificar los electrodomésticos que más inciden en la factura, como aires acondicionados, calefactores eléctricos, termotanques eléctricos, etc. y optimizar su funcionamiento: utilizar el aire acondicionado en 24°C, mantener limpios los filtros, evitar la acumulación de hielo en heladeras y freezers, revisar sellos y aislaciones para asegurarse de que los equipos funcionen correctamente. A esto se suman prácticas sencillas, como apagar luces y artefactos cuando no se utilizan, aprovechar la ventilación o iluminación natural cuando el clima lo permita y evitar el uso innecesario de dispositivos de alto consumo.




