En el programa, la Dra. Mariela Alvarenga, especialista en medicina estética y ortomolecular, habló sobre la interacción entre los ciclos energéticos, los estados emocionales, los patrones de pensamiento y las respuestas orgánicas. Explicó que estos elementos conforman un sistema que influye en la percepción diaria, en la forma en que se procesan los vínculos y en cómo se interpreta cada situación. Señaló que la lectura personal de los eventos condiciona la comunicación y también los mecanismos internos con los que cada persona afronta su entorno.
Alvarenga desarrolló su mirada sobre la influencia energética en la salud. Indicó que “los movimientos lunares y los períodos como Mercurio retrógrado generan formas distintas de percepción”, y sostuvo que estas variaciones inciden en la manera en que las personas atraviesan situaciones cotidianas y responden a estímulos.

En relación con los aprendizajes tempranos, la médica afirmó que cada persona opera sobre “programas” adquiridos en etapas iniciales. “Actuamos según lo que aprendimos. Cuando ampliamos la conciencia, esos programas pueden modificarse”, señaló. También explicó que el acceso a nuevas herramientas permite revisar reacciones automáticas y ajustar conductas.

La profesional se refirió luego al pensamiento y su impacto en lo colectivo. Sostuvo que “cada pensamiento alimenta una red compartida”, y planteó que la permanencia de ideas asociadas al miedo o la violencia contribuye a sostener esas dinámicas en el conjunto social. “Lo que generamos en lo individual se extiende al entorno”, expresó.
Alvarenga abordó además la relación entre emociones y respuestas corporales. Señaló que estados emocionales de baja vibración se asocian a variaciones en el pH sanguíneo y en procesos internos. Añadió que emociones vinculadas a la aceptación producen efectos distintos en la fisiología.

Cuando sostenemos emociones como el enojo o el rechazo, el cuerpo responde con señales”.
La médica explicó también el rol de los nutracéuticos dentro de su enfoque. Indicó que “los nutrientes hacen lo que el cuerpo necesita” y mencionó el uso de vitaminas, antioxidantes y sueros endovenosos como parte de un acompañamiento orientado a regular funciones biológicas y apoyar procesos celulares.

Finalmente, sostuvo que la integración entre energía, emoción y biología es central en su práctica profesional. “Las personas no pueden separarse en partes. Todo está conectado”, expresó al describir un abordaje que articula medicina ortomolecular, lectura energética y observación de patrones emocionales.




