El presidente Javier Milei dejó saber ante el Congreso que “en los próximos días” enviaría el acuerdo técnico con el FMI al parlamento para su discusión, pero en el Gobierno todavía no dan precisiones sobre si el apretón de manos con el staff es inminente o puede demorar más. Los últimos indicadores financieros parecen indicar que el mercado aguarda una resolución próxima antes de volver a apostar por activos argentinos.
Anoche, entrevistado por LN+, el presidente dijo que todavía queda “determinar la cantidad de fondos frescos” que incluirá el acuerdo. Y enfatizó, como lo había hecho en un posteo en X horas antes, que los recursos se destinarán a cancelar deuda y sanear el balance del BCRA, por lo que no habrá aumento de la deuda bruta.
A esta altura, la situación de debilidad en las reservas del Banco Central asoma como la principal preocupación del Fondo Monetario en medio de la negociación hacia un programa nuevo y así lo indica un estimador especial que utiliza el organismo para medir si un país cuenta con un nivel adecuado de dólares.
En la Casa Rosada y en el Ministerio de Economía evitaron dar precisiones ante consultas de Infobae sobre si, a partir de los dichos de Milei podía desprenderse que la firma del acuerdo técnico con el staff es inminente. Las negociaciones formales comenzaron en noviembre luego de algunos meses en el que el equipo económico sopesó si podía atravesar el 2025 sin programa financiero nuevo rubricado. El plazo que se puso como meta Luis Caputo fue el primer cuatrimestre de este año y el mercado, según distintos informes, trabaja con un escenario de base de un entendimiento técnico a lo largo de este mes.
En el mercado estiman que el Gobierno necesitará un “puente” de divisas de unos USD 9.000 millones para poder cubrir los pagos de deuda previstos para este año sin perder reservas en el camino. Esa suma podría provenir tanto del programa con el FMI en negociación como de futuras operaciones de Repo como el que ya ejecutó el Banco Central a principio de año por USD 1.000 millones.
Esa cifra fue calculada por la consultora financiera 1816, que pasó en limpio cómo funcionaría a lo largo del año la dinámica de ingresos y egresos de divisas. Ese “puente” mencionado es el que necesitaría la autoridad monetaria para dejar de perder reservas por el pago de deuda, es decir, hasta recuperar el acceso al mercado internacional de deuda para poder refinanciar vencimientos.
En un informe a inversores, 1816 aseguró que el gobierno libertario ya tuvo dos puentes anteriores en 2024: el esquema de pago diferido de importaciones y el blanqueo de capitales que implicó un marcado ingreso de dólares al sistema financiero. “Estimamos que Argentina necesitará un tercer puente de alrededor de USD 9.000 millones para pagar sus vencimientos de deuda en dólares y no perder reservas brutas durante el año, asumiendo que las importaciones seguirán creciendo de la mano del fuerte rebote del PBI (por cada punto que crece el producto, las importaciones suelen crecer alrededor de 4%”, planteó
“No es necesario imaginar un programa particularmente ambicioso para que el FMI pueda brindar el financiamiento que necesita el país en lo que queda del año, sobre todo considerando que cada dólar que aporte un eventual repo (en enero el BCRA tomó USD 1.000 millones, pero rechazó ofertas por USD 1.850 millones) sería un dólar menos que tenga que poner el Fondo”, agregó esa consultora. Eso se explica en que el BCRA dejó abierta la puerta para repetir operaciones de Repo con los bancos con los que negoció el primer crédito. Fue, en definitiva, una prueba ensayo del regreso de un emisor argentino del sector público nacional a los mercados internacionales.
Como alternativa para cubrir esa “brecha” de dólares faltantes para cerrar la sangría de divisas, 1816 también agregó una opción repetida entre los analistas de mercado y que el FMI ya explicitó como una medida deseable para lo sucesivo: la eliminación del dólar blendque destina el 20% de los dólares que se liquidan de exportaciones al mercado “contado con liqui”. “Para que el impacto en reservas sea relevante, la menor oferta de exportadores en el CCL no habría que compensarla con ventas de contado con liqui del BCRA y es difícil imaginar que el equipo económico (cuyo pragmatismo está fuera de toda duda cuando se trata de los mercados financieros) deje flotar uno de los precios más importantes de la economía en pleno año electoral”, cerró 1816.
Febrero fue un mes en el que el BCRA terminó con saldo comprador en el mercado oficial por unos USD 1.436 millones, según estimaciones de GMA Capital, lo que representaría el mejor febrero desde 2003 en este aspecto. “Expectativas de un saldo mayor tiñen el dato de gris, sobre todo teniendo en cuenta la disminución en las retenciones”, mencionó de todas formas. Más allá de ese número, esa consultora también midió que creció el ritmo de intervención en el CCL a través de ventas directas del BCRA.
“Estimamos que las ventas realizadas en lo que va del año para mantener el ‘contado con liqui’ debajo de los $1.220 se ubican entre USD 1.000 y USD 1.200 millones. El compromiso del BCRA para evitar una disparada en la brecha cambiaria es una señal clara para los inversores. Aún con ruido en los mercados internacionales, la estrategia oficial busca evitar presiones adicionales sobre la cotización del dólar, aspirando a anclar expectativas de devaluación y de inflación”, planteó GMA Capital.
El estado frágil de reservas queda de manifiesto en un indicador que lleva adelante el propio Fondo Monetario Internacional. Se denomina Assessing Reserve Adequacy (Evaluación de la adecuación de reservas), por el cual el organismo compara las reservas internacionales netas de un país con una serie de indicadores económicos decisivos, como las exportaciones, deuda externa de corto plazo (que debería poder ser cubiertas en un 100% con reservas), pasivos financieros y potenciales salidas de capital. Con ese criterio, el FMI elabora un indicador númerico para todos los países. Una situación de reservas razonable implicaría un índice de entre 1 y 1,5. La Argentina, de acuerdo al último número del Fondo Monetario correspondiente a 2024, es de 0,43, bien por debajo.
La consultora Aurum Valores comparó el número argentino con el de otros países de la región. “Algunos de los países de la región que tienen acceso a los mercados internacionales y tienen menor riesgo país cumplen con esa condición. Argentina está lejos de lograrlo”, analizaron desde esa consultora. “Mejorar este indicador, o al menos empezar a brindar señales de cómo se va a lograr esa mejora de manera sólida y persistente, sería el driver fundamental para poder ver caída del riesgo país que nos permita retomar el acceso a los mercados internacionales”, concluyó Aurum Valores.
(Fuente: Infobae)