Con tan solo 18 años, la squashista Paula Rivero armó las valijas y viajó hacia Mar del Plata, al centro del squash argentino, para poder dedicarse full time al deporte, con el objetivo de llegar de la mejor manera al Mundial Junior que se disputará en julio próximo, en Houston-Texas, Estados Unidos.
Después de alcanzar el subcampeonato en la primera fecha del Circuito Nacional de Mayores que se disputó semanas atrás en Salta, la misionera pospuso su participación en el arranque del Nacional de Menores en Córdoba, armó las valijas y se mudó a Mar del Plata, donde intensificará los entrenamientos en squash y se dedicará a perfeccionar su inglés.
Allá se encontrará con quien es su pareja en dobles mixto, Segundo Portabales; además de la cordobesa Inés Filippelli y la chaqueña Valentina Otero, compañeras de Selección que también se mudaron a Mardel.
De esta manera, se preparará con miras a lo que se viene: el Mundial Junior que se disputará en julio próximo, en Houston, aspirando al sueño de poder estar presente en los Juegos Olímpicos 2028.