La familia Hreñuk lleva adelante en la zona cercana a la ciudad de Apóstoles el emprendimiento que cría y comercialización de búfalo. Un equipo de C6Digital fue hasta el lugar para conocer de qué se trata y cuáles son las expectativas a futuro.
En el lugar, Matías Hreñuk (Hreñuk S.A.) y el veterinario de la empresa, César Greyak, quien comentó aspectos de la parte fitosanitaria y lo sustentable de esta especie.
Hreñuk sostuvo que hace 15-20 años compraron un lote de búfalos que en principio fue para limpiar los lagos de la piscicultura. Luego les pareció interesante la cría y comenzaron la comercialización a gran escala. El campo está ocupado un 50 por ciento a esta actividad y el 50 por ciento restante, al ganado vacuno.
Explicó que en principo la idea era que los búfalos limpien los bordes de la laguna, con camalotes. Entonces se evitaba el uso de la motoguadaña.
Por su parte, Greyak indicó que la empresa realiza el ciclo completo, desde la cría hasta la comercialización en los supermercados. Se empezó con la compra de algunas hembras y luego se fue ampliando el plantel.
Para estos animales, lo esencial es que cuenten con agua, para beber y refrescarse así como para evitar parásitos.
En tanto, observó que los búfalos se ponen nervioso muy rápido y deben estar un ambiente tranquilo. En cuanto a la alimentación no tienen diferencias respecto a lo que consume el ganado vacuno.
La gestación de una búfala es de casi 11 meses aproximadamente, algunos más que el de la vaca.
«Pero – acotó- que a una vaca se le puede sacar seis – siete terneros, dependiendo de la zona y a una búfala se le puede sacar 12-13. Entonces, en equis cantidad de tiempo se puede vender toda la producción sin tener reposición de hembra. El ciclo es más largo que el de la vaca», afirmó el veterinario.
Respecto a los costos de producción, dijo que todo depende de la cantidad que se tenga. Al tener mayor volumen son más los gastos. «Si se hacen las cosas como corresponde el gasto, en comparación al que se tiene con la vaca, es más o menos lo mismo, con la diferencia que se tiene más tiempo y se produce más cantidad de kilos», precisó Greyak.
Sostuvo que un ternero bovino lo está gestando en 160/170 kilos promedio y el búfalo, en cambio, con 230/240.
«El que cría vaca, puede criar búfalo»
Las instalaciones deben tener dimensiones diferentes, sobre todo la manga porque se trata de animales de mayor volumen que los bovinos. Hay cosas puntuales que cambian.
Los búfalos, al ser un animal de piel negra, les persigue la mosca que lleva la ura. Por eso necesitan mucho el agua.
En cuanto a la faena, el veterinario afirmó que el peso mínimo está entre 340/350. La mayoría de que los carniceros quieren es pisando los dos años. «Si se le apura con comida sale con menor tiempo. Lo que hace la empresa es amansarlos con la comida», aseveró.
Se los encierra en los corrales de trabajo, se los tiene aproximadamente dos semanas para que aprendan a comer de batea, se le da un poco de alfalfa y un balanceado comercial, que también produce la empresay y una vez que están tranquilos se les hace el manejo sanitario correspondiente, se los pasa a un potrero mmás grande. Siguen con comida y una vez que están manso se van a campo abierto, a las pasturas para seguir su ciclo. Los machos van con destino a faena y las hembras, si va a un potrero con no tanto manejo, sigue su curso para futuras madres o sino se van a faena, dependiendo de la necesidad.
«Las búfalas se preñan no tanto por la edad sino por la cantidad de kilos, lo están en 370/380 kilos», apuntó el veterinario.
Misiones tiene buenas condiciones para la crianza de búfalos
Greyak destacó que la producción más importante a nivel nacional está distribuido entre Formosa, Chaco, gran parte de Corrientes y Misiones. Son animales que se adaptan muy bien a la parte no productiva del ganado bovino.
Al hacer referencia a los beneficios del consumo de carne de búfalos, el veterinario puntualizó que pasa por una cuestión de gustos.
«En las góndolas, la carne de búfalo es más barata. En un futuro, cuando se pueda comercializar en forma más intensiva yo creo que le van a dar un valor agregado a esa carne, porque la grasa del búfalo tiene menos colesteral. Es una carne más magra», consignó.
«Todos comimos búfalo alguna vez y no nos dimos cuenta»
Hreñuk remarcó que la carne de búfalo tiene 30 por ciento menos de colesterol, 50 por ciento menos de calorías, 10 por ciento más de proteínas y 10 por ciento más de minerales que la carne vacuna.
En la provincia, se comercializa en los supermercados de la empresa, en Apóstoles y en el cruce de San José.
«Hacemos la cadena completa, la cría, el engorde, faenamos y distribuimos en los super. La mayoría de los que crían búfalos tiene ese problema de comercialización», insistió.
La producción de la empresa queda en la zona. No están realizando exportación porque se necesita más volumen. «Pero a futuro la carne de búfalo será más distinguida que la carne vacuna. Los derivados lácteos no hacemos porque ese es otro manejo, más intensivo», subrayó.
El empresario dijo que dos veces por semanas faenan y en tal sentido hay carne fresca en los supermercados de la firma. «Con la demanda andamos muy bien. Se faenan 30 por semana. Comenzamos con cuatro faenas. Hoy influye el precio, es para tener en cuanta. Porque la carne tiene un precio bajo», resaltó.
Para que la producción se expanda, Hreñuk consideró que se debería aumentar el volumen. «Si se empieza a hacer algo y se corta la cadena en dos o tres meses, se pierde la clientela. Y si el cliente sabe que todos los días tiene la carne en tal lugar se empieza a hacer la cadena», enfatizó.
Por otro lado, estimó que se puede apuntar a la exportación en uno o dos años. «Para mi va a ser una carne para exportar con un valor agregado porque es una carne más saludable», recomendó.