Se trata de Darío Emanuel, de 11 años, quien el pasado sábado 7 de octubre debió ser trasladado -junto a su progenitor- por efectivos de la Comisaría de Campo Ramón hacia el Hospital Samic de Oberá, tras ser mordido por una serpiente en el Camping Azcona de esa localidad.
El médico policial que brindó asistencia médica al menor, informó respecto a su estado de salud: «presenta envenenamiento causado por veneno de serpiente, permanece en internación sin peligro de vida y bajo tratamiento».
Se hace constar que la serpiente había sido capturada muerta por el padre del niño, determinándose con posterioridad que se trataba de una yarará chica, Bothrops neuwiedi, ponzoñosa.