Una reciente encuesta realizada en toda la provincia de Misiones revela que el 80% de los primeros votantes se siente identificado con las políticas impulsadas por el joven referente Lucas Romero Spinelli y lo votaría si las elecciones fueran ahora, debido a que su figura resalta dentro del Frente Renovador de la Concordia como el único político que se dedicó en los últimos años a generar propuestas de interés para la juventud, como el Polo Tic, el Silicon, la Escuela de Robótica, las aulas Maker y el descubrimiento de talentos a través del juego con el programa Misiones Gamer.
Con Passalacqua como candidato a gobernador y Romero Spinelli a vice, la Renovación se encamina a una verdadera avalancha de votos que se justifican en forma sólida por la participación de 507 listas de candidatos en toda la provincia, donde la mayoría no ha participado nunca en política.
La del 7 de mayo será una elección inédita por la cantidad de nombres, apellidos y caras nuevas que integrarán las boletas, prácticamente todas por el Frente Renovador, que además ha desarrollado una estrategia de rastrillo en las ciudades y los pueblos, abriendo la participación y brindándole candidaturas a todos los que tuvieron inquietudes e intereses en sumarse para mejorar su entorno y su comunidad.
La gran cantidad de independientes y la estrategia rastrillo han generado un inusitado entusiasmo y una sorprendente alegría que se refleja en las encuestas en forma arrolladora, golpeando muy fuerte principalmente a Juntos por el Cambio.
El frente integrado por radicales y el PRO se encuentra inmerso en el caos, dependiente de las internas nacionales y en el territorio provincial totalmente inactivo. Cientos de sublemas se bajaron en el interior y no competirán a raíz de las peleas y la falta de una estrategia política por parte de los principales candidatos. No hay trabajo territorial, no hay estrategia política y propuesta para ofrecer al electorado. En el propio radicalismo misionero reconocen que es la campaña “más apática y más fría” de las últimas décadas. La única estrategia del candidato a gobernador es publicar críticas en las redes sociales pero en el interior no le conocen la cara.
El objetivo de Cambiemos en Misiones es llegar con sus boletas al cuarto oscuro y esperar que algunos misioneros le regalen el voto, sin hacer campaña, sin tener propuesta ni trabajar para conseguirlo. De un lado se ve trabajo y gestión, y del otro buscan el voto regalado. Pero la gente ya se equivocó en 2015 y no supieron qué hacer con el gobierno, empeorando la inflación, la pobreza, el desempleo y el endeudamiento.
Hoy Cambiemos y el Frente de Todos tienen la mitad de los partidos y tendrán menos de la mitad de los candidatos que en 2019. Se achicaron y, además, la gente huye de los grandes frentes nacionales porque no representan al misionero. Solo representan las ideas de la grieta y obedecen a las peleas que se producen en Buenos Aires.
No se escucha de la boca de sus candidatos ninguna propuesta para solucionar intereses o necesidades de los misioneros. No elaboraron un plan de gobierno sabiendo que el resultado no le sería favorable. Solo aspiran a sumar votos para lograr algunas bancas de diputados y concejales, y para eso colocaron en los primeros lugares de la fila a los mismos apellidos de siempre. No hay posibilidad de crecer para un dirigente que no tiene “padrino” dentro del radicalismo. En cambio, la renovación abrió las puertas y dejó participar a todos, principalmente a los independientes. Eso marca con claridad la diferencia entre un proyecto amplio, generoso, abierto y constructivo; con otro mezquino, cada vez más chico y cada vez más alejado del ciudadano.