El arquitecto Juan Carlos Kikue expuso su experiencia personal y familiar en la II Jornada de Cambio Climático y Hábitat, en la preservación ambiental, la producción forestal y la foresta industria en la construcción de viviendas enfocadas desde la perspectiva de la economía circular, es decir con el aprovechamiento de los residuos orgánicos.
Die cuenta que sus padres llegaron desde Hiroshima, Japón, después de la Segunda Guerra Mundial buscando dedicarse en Misiones a lo que producían en su país natal: forestación. “Ya tenían una conciencia ecológica heredada y creo que fueron pioneros con el cultivo del pino Paraná, elliotti y el eucalipto. Y aunque hay que esperar bastante, porque es un proceso largo apostaron al medio ambiente”.
Kikue dio cuenta de las ventajas de madera para la construcción de viviendas, por ser un recurso reciclable, disponible en Misiones y en las demás Provincias de la Mesopotamia argentina, donde se concentra el 80% de la producción forestal del país. Pero también por el bajo consumo energético que demanda el proceso de aprovechamiento, a diferencia del hormigón y el acero, los otros materiales empleados para la construcción de viviendas. De igual modo, señaló el aislamiento que es posible obtener en la vivienda, requiriendo por lo tanto un menor uso de energía para acondicionar el ambiente.
Pero también Kikue mostró que en su fábrica de viviendas encaran la economía circular con producciones a partir de los residuos: carbón vegetal, ácido piroleñoso y abono.
Ilustró asimismo sobre la construcción de viviendas, una idea surgida en la crsis del 2001 luego que estudiara arquitectura en la Universidad de la Plata, moviéndolo a hacer tres propósitos: responder a la demanda de viviendas, sumar valor agregado a la forestación, generar empleo verde y, fundamental –dijo- preservar el medio ambiente.
Finalizó reflexionando que se requiere de una conciencia colectiva pero también individual, de cada persona haciendo su aporte en su vida cotidiana.