Acaso pueda decirse que ha llegado. El sábado 7 Misiones vio abrirse el Campo Federal San Juan al público, en una jornada histórica. Fue la cristalización de una de sus pequeñas –o grandes- epopeyas. Como todas las que fueron jalonando su rescate y reivindicación de la selva misionera, el mantenimiento de su ambiente único, la tan preciada biodiversidad.
Y quienes suelen ver en los signos de los tiempos, señales, gustan de imaginar que cuestiones tan preciadas como el recuperar para Misiones un espacio íntimamente vinculado a su naturaleza y a su historia comportan buenos augurios.
Acaso, también, en la apertura de un nuevo año, de un mes tan inicial como enero, bien podría esta apertura de una reserva natural tan formidable anticipar que este año se muestra como el del tiempo de recoger los frutos.
Después de tanto batallar, de viajes y gestiones, de estudios y propuestas. De empujar iniciativas sin claudicar, aunque todo se opusiera. Buscando atajos, salidas por la tangente.
Porque el año también se inició con la entrega de viviendas y un recordatorio al presidente de la Nación Alberto Fernández de parte del gobernador Oscar Herrera Ahuad de la necesidad de incentivos para las economías regionales de Misiones: forestoindustria, yerba mate, té, tabaco. En tanto se está en las vísperas de la puesta en marcha de la Zona Especial Aduanera.
Esa conjunción de medidas bien puede significar un impulso decidido, decisivo, para la economía provincial que tantos desafíos debió enfrentar, por las asimetrías externas, provenientes de los países vecinos, como de las internas generadas en el país central.
Así y todo Misiones pudo empujar el crecimiento, desarrollar sus economías regionales, el comercio, la producción agropecuaria con un empuje sobresaliente para la agricultura familiar.
Es posible advertir ahora, en pleno verano, que hay una distensión, un disfrute del tiempo de vacaciones, no importa si no son las playas atlánticas las elegidas por una gran mayoría. Hay en la Provincia variedades de campings, arroyos, saltos, lodge, hoteles de varias estrellas en medio de paisajes tan únicos como selváticos.
Porque Misiones ya no es disfrutada solo por los visitantes, los turistas. También la disfrutan las mismas familias misioneras, los jóvenes que suman naturaleza, con peñas, encuentros culturales. Algo así como que se está en el tiempo de disfrutar los frutos.