Es muy posible que a medida que avance la campaña electoral hacia octubre se visualicen, cada vez más, las propuestas económicas que se le ofrecen a la ciudadanía. Con lo que deberían despejarse dudas, poniendo blanco sobre negro, sin grises de confusión, ni frases hechas.
Al menos, así podría avanzarse sobre planos de racionalidad, que dejen de lado la magia reemplazándola por cuestiones concretas, con nombre y apellido. Producción, rendimiento, ingresos, costos, salarios, importaciones, exportaciones. Argentina sigue siendo agro industrial, pero con una balanza desequilibrada, en el sentido que pesan más las materias primas sin valor agregado, o sea sin procesos industriales. Claro que las materias primas sin valor agregado son hoy por hoy altamente demandadas, máxime si se trata de una producción libre de agrotóxicos.
Pero también es cierto que una manufactura amigable con el ambiente sumará asimismo, en ese valor agregado, mayores y mejores precios en los mercados interno y externo. Curiosamente, porque en estos tiempos hay curiosidades más que llamativas, uno de los exponentes libertarios de la actualidad dijo no saber de qué se trata cuando se habla de valor agregado. Y se dice economista.
Es posible que su objetivo fuera meramente quitarle valor a la decisión del Ministerio de Economía de la Nación de imponer retenciones “cero” a las economías regionales. Tal vez molesto con la afirmación de Sergio Massa, candidato a la presidencia por Unión por la Patria, de que esta medida beneficiaba nada menos que a 17 provincias, entre ellas Misiones.
Y si a esto se agrega una eliminación del impuesto a las ganancias para los trabajadores, como se anticipó días atrás, se habrá dado otro paso más que gravitante en materia de simplificación impositiva. Ambas decisiones tienen que ver con la producción federal, con la exportación, en el caso de retenciones, y, ganancias, con el bolsillo del asalariado y el mercado interno.
Precisamente, en una de las últimas entrevistas Massa dijo que verá la posibilidad de adelantar medidas, incluidas en sus propuestas de campaña, dado que corre con la ventaja –o la desventaja según se mire- de estar en funciones en Economía.
En tanto, el barrilete de la dolarización parece haber perdido altura y cada vez desciende más en círculos, como hacen las pandorgas cuando perdieron la cola. Aquí perdieron el maquillaje con que la disfrazaban.
Y parece darle tirones de caída uno de los economistas del libertario candidato a la presidencia Javier Milei. Que, además, es afecto a hablar en redes y en entrevistas. Se trata de Carlos Rodríguez ex asesor de Carlos Memen, también de Domingo Cavallo y ahora del candidato de LLA, Dice que, como primera medida, habría que dejar circular libremente los dólares. Cuáles? Los que tienen atesorados los ahorristas. (Nunca habla de los fugados al exterior). Así competirían en valor el dólar y el peso. Y, en todo caso, para darle una ayudita a la moneda extranjera, “aspirar” los molestos pesos recurriendo a un Plan Bonex. O sea, a la otra pata del ahorro argentino: los plazos fijos. Con el Plan Bonex se tomaron los ahorros y los cambiaron por bonos. Lo hicieron en el 1989 y devolvieron los pesos en 1999, 10 años después. Hay gente que piensa que la historia se repite, no ve diferencia en los contextos. Y hay otra gente que considera que la historia vivida debería servir de aprendizaje para no repetir los errores, el sufrimiento.
Lejos de estas economías “de pizarrón” está la economía real, la que se vive a diario. Y donde impactan las medidas que viene adoptando Massa como ministro de Economía. Por caso las “cero” retenciones, el dólar diferencial. Medidas que también beneficiaron a Misiones, una provincia con una política económica, que se complementa con otras políticas públicas y que ha venido dando resultados positivos. Resultados evidentes en los indicadores objetivos.
Una muestra: en su exposición en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes el ministro de Hacienda Adolfo Safrán había señalado que Misiones tiene más empleados privados que las provincias de la región, es decir que Chaco, Corrientes, Formosa. Y tiene menos empleados públicos que estas mismas provincias del NEA.
En esta semana se conoció el informe de coyuntura de la Ieral (Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana) de la Fundación Mediterránea: Misiones es la Provincia que tiene mayor cantidad de empleados privados y menor cantidad de empleados públicos que sus pares del NEA.
Porque Misiones suma industrialización a sus materias primas y sigue buscando avanzar en esa dirección. En los últimos informes dados en la citada comisión de la Legislatura pueden verse los proyectos. Al mismo tiempo, en los últimos años ingresó en la economía del conocimiento, espacio de industrialización tecnológica en el que también hace punta a nivel regional, nacional y en Latinoamérica. Con una fórmula igualmente poco frecuente: sinergia público-privada.